Cuando uno muere se acaba todo…

(Tomado de internet)

«Cuando uno muere, se acaba todo». Eso dijo el poeta y pienso que murió tranquilo.

La muerte, aunque es sencilla de explicar es muy dificil de aceptar.

Las religiones te dan azotes desde niño para ver la muerte como una redención, pero sospechas de su veracidad toda la vida, hasta que, en el último momento, te aferras a esa esperanza, luchas por vivir y ¡ Bangán!, con un certero golpe caes noqueado para siempre ante esa señora: la muerte.

Días antes, tratabas de mantenerte en la lógica y el raciocinio; te repetías muy seguro: «en la dialéctica de la naturaleza se explica muy bien eso. Pasas de un estado orgánico / espiritual a un supuesto estado espiritual, crees que el alma vuela y agarra hacia el cielo, el paraíso y cruzas los dedos para que no se le ocurra verse tentada a disfrutar de las bondades del infierno…

Pero no, no pasa nada de eso; solamente miras el dolor elevado a la potencia extrema, la agonía a cuenta gotas y luego, la agonía final. Tu cuerpo se estremece y sientes como se abre un abismo en ese lugar que se supone está el alma y duele mucho; quieres llorar y no puedes, quieres parar de llorar y tampoco puedes. Te da nauseas, mareos, pierdes un día en un segundo real y luego silencio, apenas te percatas que esa voz que te sonaba a madre, a amigo, a hermano, se ha apagado.

Homero.

Mayo 9, 2022.

Nicaragua. 

Pasando los 50…

Pasando los 50 años… no nos volvemos invisibles, al contrario. Mientras gozamos todavía de buena salud, nuestra actividad deviene en más eficiencia, menos movimiento, mayores impactos. Los negocios van bien (o pretenden ir bien), más lecturas, los momentos con los amigos son màs agradables, le tomas el gusto a estar solo contigo mismo.

Por razones de madurez y de salud, experimentas una adecuación a los tiempos.

Hacer uso racional del tiempo que pasas hablando (hablar cansa) o haciendo actividades banales como lo es escuchar tonterías o bagatelas, pareciera imperativo.

Atender los hijos y a los nietos, en lo básico. Creeme, muchos de ellos te hacen una visita de oficio, por cortesía. Igualmente puedes responder.

Eso de trabajar «de sol a sol» y una parte de la noche, deberías reconsiderarlo. Cuando pegas el barquinazo y vas a parar al hospital te la vas a tirar solo «día tras día», crucificado de agujas y cables y nadie se acordará de vos, bueno, sí se van a acordar, pero de larguito. 

Y el mundo estará siempre ahí, tranquilo, siguiendo su indetenible curso sin vos.

Pasando los 50… es tu etapa final, puede ser efímera o duradera, así que trata de aceptarte y aceptar a los demás, sin ninguna otra pretensión de disfrutar el tiempo que aún te queda, nos queda…

Homero.

Abril 9, 2022.

Adecuarse a los tiempos.

Sabíamos (o sospechábamos) que enfermarse de covid era un asunto de tiempo; mi hermano está enfermo y esa situación ha generado mucho tensionamiento en la familia. De momento se ha descartado que esté en peligro de morir, pero no se sabe a ciencia cierta por las secuelas que quedarán. La peste está ahí, viva y coleando; enferma y mata personas. No son tiempos buenos, no es momento para andar de juerga con los amigos o familiares. ¿Para qué arriesgarse sin necesidad? Trabajar es una obligación, contaminarse y morir es un daño colateral inevitable, pura estadística. Realmente la vida de las personas importan en tanto son «útiles» para el Estado, ya sea en el presente o para el futuro. Se inventan vacunas, uno se las pone lleno de dudas sobre su efectividad; uno se pregunta por las posibles reacciones posteriores. Las dudas se incrementan cuando conocemos de gente que se ha salvado o de gente que ha muerto, con vacuna o sin ella. ¿Qué hacer? Al final, la decisión es personal. Se que se están tomando medidas contra las personas que se niegan a vacunarse; algunos padres de familia controlan y restringen la salida a la calle de sus hijos. Crece las tensiones, los disgustos y frustraciones. Al final, también hay dudas sobre la efectividad de estas medidas. Sea como sea, el mundo, la sociedad está cambiando; la forma de relacionarnos ya no será igual, tendremos que crear nuevas formas, la «virtualidad» no convence del todo, porque somos seres vivos de contacto, sociales. Adecuarse a los tiempos o perecer. Eso es lo que tenemos.

Homero.

Febrero 9, 2022.

Viejos retos; nuevos apremios.

La sobrevivencia en situaciones difíciles es un viejo reto del cual no podemos escapar. Sale a flote lo más malo y lo más bueno que tenemos los humanos. Egoísmo, envidia, oportunismo, cegados por una actitud universal: solidaridad.

Es tiempo de disciplina, de calma y de cooperación. Los gobiernos suponen que saben lo que hacen y los ciudadanos los cuestionamos, muchas veces con razón.

¿Quienes se pusieron a jugar a ser Dios? No lo sabemos, pero lo sufrimos. En pleno siglo XXI, pareciera que hemos retrocedido a los años mil seiscientos. Podemos poner un hombre en la luna; financiar la guerra armamentista, pero no podemos salvarle la vida a esas persona que les faltó el oxígeno.

Viejos retos y nuevos apremios; sobrevivir y convivir; quedarse en casa y apreciar una sencilla forma de vivir. ¿De vivir? Si no trabajamos, ¿De qué vamos a vivir?

HN/ NICARAGUA. 24032020.

Del oficio de leer.

«Un abogado sin libros sería como un trabajador sin herramientas» Thomas Jefferson.

No sólo los abogados Don Thomas, en esta modernidad que nos abruma entre lenguaje sms o guasapeño, leer un buen libro es toda una odisea, cultivar el buen hábito lector no solo sigue siendo un reto mayor sino también el hecho de enfrentar la gran tentación de «vivir la vida loca», en la que por supuesto, no hay tiempo para los libros.

Antes los libros eran escasos y estaban reservados para eruditos pudientes o para ricos holgazanes que se regodeaban exhibiéndolos en hermosos anaqueles de madera preciosa.

Ahora, hay muchos libros, millones que compiten con la basura de un vertedero mundial, que hacen mérito al arte de la inutilidad: loosing time, all the times.

Puedes distinguirlos con facilidad: lenguaje vulgar, obsceno, exploran la superficialidad banalizando la existencia. El argumento esencial es la estupidez presentada en diferentes sabores y colores. Para rematar, le quitan el dinero a ingenuos lectores que disfrutan consumiendo «lectura chatarra», engordando, llenos de colesterol mediocridad.

De todo esto, algo bueno, una esperanza de salvación: la democratización de la sociedad a través de internet nos da la posibilidad de romper las cadenas de la ignorancia y de la «vida light» y ser por primera vez libres, seres humanos pensantes que dialogan entre iguales diferentes, que leen buenos libros (clásicos y contemporáneos) sin pagar un céntimo. Para mantenernos limpios y saludables a través de una buena lectura. No solamente los abogados, Don Thomas.

HN/Nicaragua.- 25102019.

La ausencia.

La ausencia no es la falta de presencia material; es estar presente sin estar; porque lógico es lo primero, lo real, lo segundo, solo es deducible, más por corazón que por razón.

La ausencia es estar frente a ti y que no me mires. Que te hable y me contestes con un ininteligible «sip» o un «nop», porque da lo mismo un gesto, un movimiento de cabeza respondiendo a algo que te he dicho, sin atender ni entender; con desenfadado y frialdad.

HN/Nic 07072019

¿Mermelada o jalea?

Tengo la costumbre (buena o mala) de meterme en pláticas donde no me llaman; siempre lo hago con la intención de ayudar en algo y normalmente me va bien (no me muerden).
Resulta que hace pocos días, en un supermercado de la localidad, un señor con una joven (supongo que era su hija) no se aclaraba si comprar jalea o mermelada de guayaba. La chica más desinteresada en el tema le dice: «es lo mismo», mientras terminaba apresuradamente de enviar un mensaje de su celular. 
 
El señor vuelve a ver discretamente para todos lados, porque presiente que algo no anda del todo bien. 
 
Yo que estoy en el mismo tramo seleccionando la jalea que voy a comprar le digo con aplomo: no es lo mismo, señor, sáquelo por lógica; si fuese lo mismo ¿Por qué la misma casa comercial pone en el mercado envases diferenciados «jalea de guayaba» o «mermelada de guayaba»?.__ ¡Eso mismo digo yo! __dice el señor alegre de confirmar su presentimiento. 
 
La chica me vuelve a ver de medio ojo, levanta una ceja y sigue chateando. 
 
Mire, la jalea se hace del jugo de la fruta, es más chirria y viscosa y la mermelada se hace solamente de la pulpa, por eso es más espesa. Ambas son sabrosas y tienen distinto proceso de elaboración. 
 
¿y usted, para qué la quiere? pues para untarla en el pan, contesta__ Pues ya, yo le recomiendo la jalea. 
 
El señor agradecido me dio la mano, la chica me regaló una mirada indiferente y yo, pues seguí a salvo, veleteando y comprando.
 
 
Homero.

SEMANA SANTA EN NICARAGUA.

Semana santa en Nicaragua es una mezcla de actividades religiosas en la que unos pocos feligreses conmemoran la muerte y resurrección de Jesucristo en las iglesias y otros (la mayoría) en cantinas, playas y centros de diversiones. Desde hace mucho años en mi país se programan las vacaciones de verano para que la gente aproveche y gaste todo su dinero del mes en una semana, en bares, cantinas y restaurantes. Y si se quedan sin dinero o necesita más para parrandear, los bancos generosamente le ofrecen adelantos del próximo salario. Para esto, el Gobierno se ha asegurado que se les adelante el pago de los salarios a todos los trabajadores del Estado; las empresas privadas, un poco más comedidas han tomado medidas similares  ponderando la erogación. Sea como sea, todo el mundo celebra, mientras otros descansan ya sea en los hospitales o en el cementerio. ¿Qué de santa puede tener esta semana? El chancho de lodo hace por igual que un becerro de oro.

Homero.

Abril 2017.