Pensé que al no llorarte
ya no te amaba.
Me equivoqué.
Siempre te he amado
a pesar de la distancia
y las rupturas.
Somos como dos almas
que vagan a tientas
entre nieblas espesas
refractadas por la luna.
El amor aprisionado en un hálito.
Homero.
Mi Cuarto.
Sábado
Febrero 14, 2009.
2:28 a.m.